El principio metafísico antes del principio físico
fue la niebla, y a través de ella llegaron los arcos iris, viajeros
interuniversales. Todo esto fue antes del Big Bang. A través de los arcos iris
llegó la lluvia y se formaron las primeras lagunas, madres del agua. De las
lagunas salieron los abuelos de la humanidad quienes entregaron a sus hijos y
nietos la virtud esencial de la memoria para que las generaciones futuras no
quedaran atrapadas sin recordar que los universos son infinitos. Todo universo
nuevo se crea con los desechos de otro universo, y el nuevo universo se encarga
con el poder del tiempo de transformar lo malo en lo bueno. Es por eso por lo
que en este universo todavía hay maldad, porque todavía está en el proceso de
transformación, todavía no está listo. Todavía no hay suficiente bondad como
para desechar lo malo y crear un nuevo universo donde se repita el proceso
creativo. Así pues, previendo las grandes dificultades de un nuevo universo
comenzando, se crearon las estrellas para que sirvieran de guías. Algunas de
ellas bajaron la intensidad de su luz para poder estar más cerca como padres y
madres cuidadoras, y finalmente, antes de que apareciera la humanidad, nacieron
los primeros seres de bondad, seres de luz que tienen el poder de poseer por un
tiempo determinado, un cuerpo humano para realizar una acción bondadosa. Solo
entonces apareció la humanidad y su libre albedrío que por un largo tiempo no
tuvo nada que elegir ya que aún no habían aparecido los animales y sus
instintos, ni los vegetales y sus raíces, ni los minerales y su peso. Entonces,
luego de que todo nació, el ser humano tuvo la libertad de olvidar y así el mal
comenzó su trayecto. En el olvido se crearon muchas cosas, pero la influencia
del infinito siguió jalonando la memoria.
Con la influencia del
infinito, es decir, con el viaje interuniversal de los arcos iris a través de
la niebla, todo el ciclo se sigue dando momento a momento. Hoy los arcos iris
han tomado formas humanas para desbloquear el Gran Olvido que el libre albedrío
creó. Las estrellas ya no son seguidas y los padres y madres cuidadoras son
desatendidos y asesinados constantemente. Hay grupos poderosos atentando contra
la memoria, y el poder de la naturaleza ha sido irrespetado. Los lugares
sagrados se han profanado y ya nadie se sienta en paz. La gente huye de la
lluvia y les cierran las puertas y ventanas a los arcos iris. La niebla no es
nada y, por tanto, hemos quedado atrapados en este universo como quien queda
atrapado en una casa que ya no es casa ni hogar sino una cárcel, sin
imaginación ni armonía, ahogados en monotonía y aburrimiento.
Es por eso por lo que
estamos aquí, siempre hemos estado, para luchar contra el olvido, y no solo de
la historia humana, ni de la historia planetaria, ni de la historia universal,
sino más allá y más importante aún, de las historias multiversales, de las
historias infinitas que tienen el poder de ayudarnos a salir del olvido, a
salir del estancamiento y seguir nuestro camino infinito de evolución.
No
dijimos nada aún sobre el futuro, porque nosotros, los arcos iris somos seres
del futuro. Pero esto lo diremos después. Las cosas no son como nos han
contado. Ni el pasado, ni el presente, ni el futuro.
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