sábado, 8 de mayo de 2021

MANIFIESTO ARTE PANDEMIA (Extracto)

 MÁS FASCISTAS QUE LOS FASCISTAS

Por James Delgado Psicoblues

El mal también nos atrae a todos. Toda relación tiene sus tintes demoniacos.  Los artistas fascistas y nazis usan las ideas de los artistas posmodernos (psicología de masas, control de imágenes en los medios, algo de psicoanálisis, situacionismo, críticas socialistas y la idea de agitación) para manipular a los artistas modernos y anarquistas, aprovechando las oportunidades que generan las crisis y desestabilizar la política y la economía. Los artistas fascistas y nazis sirven a la restauración de un totalitarismo dirigido por una visión única divina impuesta a la fuerza que, sustente una invasión definitiva por parte de su raza autoproclamada como superior. Estos artistas se divierten ejerciendo el poder por gusto, peleando por pelear dado que son adictos a los antiguos dioses guerreros con sus calaveras. Un demonio es precisamente un ángel cercano a Dios que ha caído, y usa sus influencias sutiles para fines densos.

De los artistas fascistas amamos su entrega sin vergüenza a la heroicidad.

Nos atraen los artistas fascistas porque anhelan el heroísmo, el poder y la trascendencia a través de sus prácticas y obras.

A pesar de la superioridad moral y práctica de los artistas democráticos (y militar, obviamente) se ven como “niños bien” bastante aburridos. Los artistas fascistas en cambio son rebeldes y enérgicos, entregados a una sexualidad explosiva que avergüenza al mismo universo. Los artistas fascistas son exactamente lo contrario de refinados, son puro sadomasoquismo. Son veloces, emotivos, sangrientos, duros, autónomos, fuertes, voluntariosos, poderosos. Son indomables y verdaderamente eróticos.

Los artistas modernos no son capaces de ofrecer toda esta fuerza, un enfrentamiento épico de titanes sin ironía, sin distancia ni espera, sin doble moral, sin disculpas.

Son los artistas románticos los que confunde esto con la verdadera verdad. La confrontación abierta y honesta.    

Significados pobres, pérdida de sentido, fuerza y vitalidad, suelen apoderarse de los hombres jóvenes y algunas mujeres, y por eso estos temas vuelven a estar presentes. Del sufrimiento silencioso surgen los artistas fascistas. Para ellos es necesario rescatar la virilidad en la sociedad.

Para las mentes de los hombres fascistas las mujeres desean en silencio este retorno de la virilidad. Su histérico feminismo es un inconsciente reclamo a hombres afeminados y multiculturalistas.

¿Qué hay para salvar del fascismo? ¿El Heroísmo? ¿Cómo así?

Los nuevos artistas aceptan que también quieren poder, creación pura, y aceptan que todas las criaturas lo reclaman, la vida misma. Por eso les interesa también la ecuanimidad.

En el fondo de la búsqueda de poder yace el igualitarismo. Por eso los nuevos artistas estudian sin prejuicios las etapas del desarrollo adulto. Al hacerlo purifican el espíritu competitivo a través del amor y el intercambio, descubriendo la solidaridad y el comercio. Porque Dios no ama a uno más que a otro.

Podemos hacer espacio para todos las aspiraciones. Cada uno puede vivir a la altura de su deseo de poder limpiándolo de ansiedad y culpa. El deseo de poder de los demás no es una amenaza. En el fondo yace el deseo de creatividad infinita. La idea de escasez muere. Jaque Mate.

No odies la voluntad de poder de los demás, abrázala, acompáñala, armonízala, danza con ella. Nos odies esta propuesta, ámala y ama sus nuevos artistas, los artistas de la pandemia, de la conciencia global planetaria. Aprende a relacionarte desde el poder. Esto está más allá de la contemporaneidad, se necesita una nueva etapa, postcontemporánea, post-posmoderna, actualizada, concretamente, metamoderna. Esto es el nuevo arte, que no excluye ninguna perspectiva.

Así que párate, enderézate, ponte firme, respira hondo, alza tu frente, endereza tu columna, saca pecho, se hermoso. Debemos ser también enemigos mi querido amigo. Que comience el pogo.   

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