Por James Delgado Psicoblues
¿Colombia
es superior a quién? y ¿Qué es Colombia? ¿Vacunar la población? ¿lograr inmunidad
de rebaño? ¿Avanzar Juntos? ¿Hacia dónde? ¿El bien de todos? Y ¿cómo es ese
bien? ¿La JEP no es un tribunal de justicia sino un tribunal político impuesto
por las FARC? ¿O sea que las FARC son todos aquellos que apoyan la JEP? Entonces
nosotros somos las FARC y ellos son los FASCISTAS. ¿Y esto quién lo dice? ¿La
mayoría? Sí, lamentablemente sí.
¿Afectan
servicios de salud, la comunidad, a los enfermos, la provisión de alimentos,
producen la quiebra económica? ¿Sí? ¿Cómo así? ¿Procesos insurreccionales
revolucionarios? ¿La muerte de George Floyd? ALL LIVES METTERS. Toda teoría que
vea la “oscuridad social” como distinta de la “sociedad civil”, tiene una
visión esquizofrénica, fracturada y por tanto desactualizada de la realidad. Los
grupos insurreccionales, habitualmente pequeños, altamente ideologizados y
radicalizados habitan en nosotros mismos en lo profundo de cada corazón.
Los
“vándalos” no son quienes escalan el proceso de la violencia a lo largo del
tiempo, somos todos como sociedad, como totalidad. El otro soy yo también. No
hay nunca una excusa irrelevante para iniciar una protesta. Lo que hay es una
escucha superficial. ¿Al proceso insurreccional le son irrelevantes las respuestas
a sus demandas, porque en realidad solo le interesa el caos? ¿Sí es así, cómo
se llega a este punto, y por tanto como se deconstruye para reconstruirlo de
mejor manera? ¿No es obvio este proceso? ¿Copamiento? Lo serio es comprender
que toda acción humana tiene una explicación. Los seres humanos no son simples
máquinas que se dirigen mecánicamente, o libertades absolutas sin ninguna influencia
social.
Muchos
vivimos en lugares donde la presencia del Estado es prácticamente nula, o solo
está para ejercer la fuerza. Cada situación debe ser analizada, pero no todo es
malo, y en muchos casos es mucho mejor. No estoy en contra del Estado entendido
como la organización líder de la sociedad civil. Pero eso no lo hace
automáticamente mejor. El Estado puede ser tan pobre que es mejor no tenerlo. O,
en otras palabras, Hay “estados” mejores que el “Estado” actual.
Lo
anterior, entendido en el marco de una teoría social no fragmentada, sino
integral, no se interpreta como “unos contra otros”, sino como diversas propuestas
de la sociedad misma que deben ser evaluadas para escoger la mejor para todos. Sencillo.
En lo básico no importa si una insurrección es ideológica o meramente delictiva,
para una mente científica social, ambas son discursos que deben ser escuchados,
y no responder reactivamente con la fuerza bruta.
Es
obvio que hay una mala interpretación de los hechos de parte de un buen sector
de derecha, centro e izquierda. Tampoco hay diferencia fundamental entre la
gente que se aprovecha de las situaciones caóticas para participar del
vandalismo y los delincuentes habituales. Ambos hacen parte de la totalidad
social, y, por tanto, revelan hilos internos de nuestras relaciones humanas.
Hay que pasar de pensar desde la perspectiva del “castigo” a la perspectiva de “procesos
transformacionales permanentes”.
Las
“zonas autónomas” donde la fuerza del Estado no puede entrar, recuerdan los
procesos de colonización. El Estado contemporáneo ya no puede tener una
perspectiva colonizadora. El concepto de “revolución molecular disipada” puede
elevarse a un nivel meta-sistémico, es decir, no habla de unos enemigos o
problemas en terceras personas, sino que es sobre todo un problema de segunda
persona, un “nosotros”, todos, sin excepción. No se trata de “nosotros
contra ellos”, sino de fenómenos sociales que debemos investigar profundamente
pues son “construcciones sociales” y como tales son procesos que pueden ser cambiados.
Alexis
López Tapia dice que él solo habla teóricamente del asunto (un concepto original
de Felix Guatari), pero el expresidente Uribe lo insinúa en sus trinos como marco
de referencia para aplicar a nuestra realidad. La Revolución Molecular Disipada
es una forma de llamarle a las “revoluciones horizontales”, sin líderes claros.
López afirma explícitamente que la policía no está preparada para hacer frente
a esto, pero yo creo que su interpretación es demasiado incompleta. Este señor, y Uribe, no ven la sociedad como
una totalidad, sino como una parte.
¿Grupos
organizados a nivel de movimientos? Las interpretaciones insuficientes del panorama político colombiano, evidencian la incapacidad reinante para
ver totalidades. Desde una perspectiva holística “ellos”, los “vándalos” no son
nuestros enemigos, son “la sombra” más evidente de la sociedad, y pueden, deben,
y tienen el derecho a ser atendidos, y si no ¿para qué la sociedad? ¿Para que
unos avancen mientras otros se quedan atrás? Vuelvo y lo repito, el individuo
no es pura libertad, todas sus acciones están influenciadas por la sociedad.
Todos
están demasiado preocupados en “culpar” sin ningún análisis integral. Como sociedad
no podemos aprovecharnos de la demanda social legítima para justificar y
validar la violencia, todos salimos perdiendo. Sin embargo, la violencia, a pesar de su
crudeza, también es un síntoma y un símbolo, que no porque la rechacemos,
cuando sucede, deja de tener contenido.
Nuestras
instituciones republicanas obviamente también están infiltradas por “el
vandalismo” pues este hace parte del inconsciente de cada persona. No olvidemos
que no se debe atacar al mensajero sino al mensaje.
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