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El colapso va a ser
fortísimamente sutil, tanto que es posible que nos quedemos atascados en una “coma”
y corramos el peligro de hacer entrar en “coma” todo el movimiento de “ir más
allá”. Por un lado, estará el “Atractor Mayor”, “El Eros”, “El Infinito”, “Lo
inconmensurable” que a la vez que nos dará intensas experiencias de liberación,
tenderá a disolver cualquier esfuerzo de comprensión. Por el otro, digámosle “los
pies en la tierra”, “las raíces” o “La Raiz”, querrá tratarnos como niños y nos
ofrecerá algún bebedizo para dejar “la intención”, “el empuje” de ir más allá y
conformarse o descubrir lo infinito en lo finito con una consecuente neutralidad
ante el desaforado ejercicio de complejidad que hacen tanto las mentes más
capaces y calenturientas como las posiblemente más geniales y difícilmente identificables.
Los argumentos son muchos y aumentan. El término medio, el término mediocre
será citado, referenciado, pero sin golpes certeros de la inmediatez urgente no
se sabrá, qué tan útil es. Un diálogo constante entre vida inmediata y
abstracción será la medida justa de cada instante. No hay un mundo perfecto
donde sentarse a vivir o a abstraer. El mundo ideal para los neuróticos
intelectuales no es permanente, solo una pequeña brecha fruto de luchas y
accidentes históricos.
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No va a ser ni está
siendo fácil este colapso sutil de todas las perspectivas elaboradas, mientras
los más densos siguen evitando el conflicto aludiendo al silencio del matoneo, la
tortura y la muerte.
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Mientras tanto, también,
los intelectuales seguirán aprovechando y luchando por su efímera brecha de
abstracción intentando, lo mas conscientes, de ser conscientes de la mayor
cantidad de procesos que intervienen en su posibilidad, su PRIVILEGIO.
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Hay que acercar el
pensamiento a sí mismos, hay que meterse a sí mismo en el foco de la reflexión
y no aplicar simplemente un método sin darse cuenta del método (ortodoxo o no)
que ya se está aplicando al escribir y pensar lo que piensan y escriben.
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Aquí estamos otra vez
permanentemente con este exceso de conciencia sobre sí mismos. Para empezar,
deberíamos ser simplemente dulces, suaves, amorosos y obligar al otro a serlo
también. Hay gente que no quiere, pero en tal caso no dejaría reflexionar, no
sería posible escuchar ni dialogar. Sé que estamos llenos de pre-juicios, pero
toca suspenderlos, dejarlos por un momento para fundar e instalar un espacio
donde sea posible escuchar de manera más profunda. Al reclamo del
no-privilegiado, hay que darle un espacio de dulzura para comprenderlo y descubrir
en sí mismos los privilegios que lo permiten. Aquí estamos luchando con fuerza,
tenacidad y valor por crear un espacio de juego donde sea posible escucharnos
con mayor profundidad para crear un mundo distinto donde los privilegios sean
para todos mientras sean usados para sostener estos privilegios para todos,
defenderlos y hacerlos aumentar. Aquí estamos y lo repetimos como un mantra. Y
este es nuestro Origen que no está en el principio ni en el final sino aquí y
ahora, siempre, sostenido por la lucha, por la tensión de la cuerda sobre la
que caminamos y mantenemos nuestro equilibrio.
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Es mucho lo que se
viene, lo que está viniendo y siempre será así y es mejor mantener las puertas
abiertas, pero se necesitan unas bases donde la gente pueda escucharse en
tensión, donde el grito también sea posible. No se calla un niño pegándole sino
escuchándolo y comprendiendo sus necesidades, con mucho estudio e investigación.
Si todo va bien debe liberarse la tensión naturalmente. Debo incluir, incluir e
incluir. Abro un discurso para que todos entren y circulen, construyo
estructuras por donde la gente pueda circular, tejerse a muchas velocidades. Al
fin de cuentas morimos, dormimos, dejamos de ser, y es maravilloso, da
descanso, pero nadie puede aprovecharse de esto para montar en el mundo su
visión particular, debe respetarse, instalarse lo sagrado para que todos
podamos encontrarnos y comprender mejor. Nadie tiene la verdad completa, todos
tenemos partes y juntas se conforma una verdad más grande que nunca está
completa del todo. Queremos avanzar demasiado rápido, pero esto no nos dará el
conocimiento completo, solo nos permitirá conocer más, algo que nunca será
total.
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La situación se está
instalando, no tiene fin, y hay que aprender a hacerla útil. Aprender a ser más
sintéticos para también alcanzar a hacer de comer, hacer el amor, perder el
tiempo, y al mismo tiempo estar abierto a la hipercomplejidad que ha llegado
para quedarse y seguir creciendo.
Sabiduría de este tiempo James.... También lo he sentido. Me veo en tus palabras, a veces siento querer botar la toalla.. Pero aquí seguimos y cada día vamos a dormir a la muerte misma que es un pequeño aliento. Gracias por tu compartir me siento acompañada.
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