domingo, 7 de junio de 2020

NO HAY DUALIDAD


-         Se vivir bien porque sé morir y cuando muero no hay nada, ni todo, ni ambos, ni ninguno, no hay conceptos, solo Es, sin más ni más, ni menos ni menos. Y de la muerte retorna todo y a la muerte vuelve todo. Esa idea de que nadie ha vuelto de la muerte es falsa. Al contrario, todo vuelve de la muerte, ¿de a dónde más? Pero tú esperas que vuelva lo mismo, exacto tal y como tú lo quieres, como si fuera un pedido a domicilio. Pero no, vuelve la libertad, la transformación.
-         Solo quería decirte que nada se pierde, todo se transforma, sin fin. Y si ahora tenemos que separarnos más tarde nos volveremos a encontrar, siempre es así, pero no seremos los mismos sino otros, y en esos otros en que mutaremos algo habrá de lo que éramos, pero sobre todo habrá algo nuevo, algo más.
-         Solo quería decirte que no es necesario aferrarse porque nada permanece quieto. El sueño profundo te lo enseña. Eso que somos, ese tú, ese yo, ese nosotros, ese ellos, viene y va, oscila, aparece y desaparece, no es permanente, es un estado. Lo que permanece no permanece en ti o en mí, en nosotros o en ellos, permanece en El Misterio, lo aceptes o no, no importa. Ahora tienes miedo, o culpa, o vergüenza, o le eres fiel a tu victimario, pero todo cambiará. Así que acostúmbrate a morir, acostúmbrate al sueño profundo, no dejes de pensar en él, clávalo en tu mente si quieres dejar de padecer idiotamente por lo inevitable.
-         El cambio hace llorar y reír, sin él no disfrutarías y, por tanto, no sufrirías. En el fondo, sabes que es mejor así porque no hay dualidad.

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